DISCLAIMERS: Xena , Gabrielle,Solan, Hope y Xena son propiedad de MCA/Universal y Reinaissance Pictures. Sólo los he cogido prestados por un rato. Ninguna violación de los derechos de autor fue intentada en la escritura de esta historia.

DEDICATORIA:Este escritura es dedicada a todas mis amigas y fans que conozco,a Luck, Dark, Fly, Chio, Pily, Shirley ,Sassy y Gabrielle que han sido como mi segunda familia ¡gracias.

AUTOR: JashXenGa.

Checa mi mini página y escríbeme tus comentarios y conoce a mas fans de Xena AQUÍ y disfruta sanamente la serie, pero sobre todo, "no pierdas la fe en ti mismo".

Testimonio...

Son estos los pergaminos de mi tía Gabrielle donde escribo, llevan dos días sin ser tocados, sin ser deleitados por sus magníficas palabras; yo soy Xenan, hijo de una gran amazona, la mejor a mi parecer, se llama Ephiny, mi madre me puso este nombre, pues la mejor guerrera del mundo ayudo a que yo naciera, me trajo ella al mundo...

Mas no son estas mis palabras que quiero dejar como testimonio, son los peores días para las mejores personas, para las mejores amigas...

Mi tía Gabrielle lleva dos días llorando desde que Solan murió... y sobre todo, desde que Xena la rechaza; al amanecer, mi madre y yo nos llevaremos a Gabrielle a nuestra nación amazona, pues no hay sentido que siga aquí sufriendo... sintiendo el rechazo de su único amor.

Aún lo recuerdo como si fuera ayer, fue esa niña, nacida de la pureza y de la maldad, fue ella quien mató a mi amigo, fue ella quien terminó la vida de un futuro guerrero. Hope, así le puso mi tía, mas que esperanza puede haber en la maldad?.

Recuerdo la voz de mi madre, cantando para Solan, mientras sus cenizas se esparcían por el aire, recuerdo la mirada de Xena, no era de una guerrera, era la mirada de la mamá de Solan, era la mirada de una madre incapaz de hacer algo por la persona de su propia sangre; también recuerdo las últimas palabras de Gabrielle:

Y al instante se dio la vuelta y caminó hacia la aldea, solo alcancé a oír su llanto; vi a Xena, y ella ya no pudo contener sus lágrimas y se fue hacia el bosque; las cenizas de mi amigo y de ese gran centauro, quedaron fijas en llamas.

Toda la noche oí el llanto de mi tía, solo decía "Dioses perdónenme... Xena, lo siento".

Y de esa niña ya no se supo nada; esa noche no soporté el sufrimiento de Gabrielle, es doloroso ver a alguien tan puro e inocente sufrir, así que salí, caminé sin rumbo, pero llegué a uno, en la obscuridad vi un cuerpo inerte, me acerque y vi a la persona que más admiro, vi a la guerrera que nada le teme, vi a Xena convertida en todo lo contrario; sus ojos parecían nubes cargadas de lluvia, me impresiona como esa mujer puede soportar tanto dolor sin desahogarse con el llanto, decidí acercarme y cubrir su cuerpo con la manta que llevaba sobre mí:

- ¿Que haces aquí Xenan?.

- Yo... solo vine a ver si estabas bien.

Y me brindó una tierna sonrisa.

Pudiera ser un niño como lo dijo, pero no ciego, solo esperé y esperé, hasta que vi a Xena entrar al pueblo, vi como se acercaba dudosamente a la choza donde se escuchaba ese llanto silencioso, es sorprendente como dos personas pueden estar tan unidas, que una sabe perfectamente donde se encuentra la otra y en que situaciones se encuentra, Xena solo se acerco a la puerta, escuchó el brotar de las lágrimas de su amiga, y se retiró, pero algo le hizo detenerse, esas lágrimas y ese llanto no tan solo eran de tristeza o arrepentimiento, eran de dolor, como dije, las personas ligadas se captan mutuamente, Xena regresó a la choza, y abrió la puerta rápidamente, vio a su pequeña bardo con las manos ensangrentadas, todo ensangrentado, su túnica, su rostro, su delicada piel; Gabrielle, al ver a Xena, se levantó y se tambaleó hacia ella.

El llanto y las heridas en sus muñecas con la sangre saliendo a borbotones, le impidieron seguir consciente.

Xena aún confundida alcanzó a tomarla en sus brazos, la cargó y la llevó a la cama.

Xena se quitó el abrigo que le di, y lo rompió, con él, empezó a vendar sus muñecas y a limpiar la sangre de su rostro, se olvidó completamente de todo. La guerrera no dejaba de mirar a la hermosa rubia; su rostro, no, sus rostros reflejaban dolor, reflejaban el peor momento de sus vidas.

Vi como a la guerrera le escurría una lágrima, esa no era por Solan, ni de coraje, ni del pasado, era por su amiga, era por la persona que siempre tuvo a su lado, era por mi tía Gabrielle.

Esos fueron momentos que no se olvidan, fue el momento en el que la guerrera olvidó el odio y accedió al amor, momentos en que acarició la piel de su amiga, y le brindó un tierno beso de perdón, un suave abrazo de consuelo y una profunda mirada de amor.

En ese momento mi madre entró a la choza y vio a Xena acariciando a su amiga.

Xena quedó sorprendida, miró a la bardo por última vez y se salió.

- Xena, Gabrielle te necesita, no la dejes, por favor.

- Ephiny... no puedo ayudarla teniendo yo mis propios problemas, además... ella estará bien con ustedes.

- ¿Quieres que le diga algo cuando despierte?

Xena miró al suelo, y casualmente encontró el cordero que había regalado a Gabrielle en solsticio y que ella a su vez le había regalado a Hope. Lo tomó en sus manos, y le rompió la cabeza.

- Solo... dale esto, dile que voy tras el asesino de mi hijo.

- ¿Segura?

- Segura.

Así pues, el amanecer llegó y mi tía Gabrielle ya había recibido el recado, se sintió tan odiada, mas no me atreví a contarle lo que había sucedido esa noche, decidí que el destino lo manejara, y así fue; Gabrielle guardó el cordero, y perdiendo las esperanzas de ver a su amiga, a su propio corazón, se marchó con nosotros, sin siquiera mirar atrás, pensando en no ver jamás a la guerrera que le salvó su vida, y que le encontró una razón de ser.

Mas yo si sentí la mirada, volteé y vi en esa cumbre, la silueta y la sombra de la guerrera, esa mujer con el orgullo por encima, que prefirió quedarse sola, ah estar con su dicha de ser; vi a esa guerrera, que inclusive el propio sol se posaba tras ella para brindarle honor, y que el propio viento se engalanaba jugando con su pelo, suave y sedoso. No pude verle sus lágrimas que despedían a su amiga involuntariamente, pero sé que estuvieron ahí. Al igual que esta bardo que va junto a mí, estará aquí, esperando el regreso de su amiga, de su guerrera, de su amada...

FIN